jueves, 12 de febrero de 2009

Hablando de Darwin

Hoy se cumplen 200 años de su nacimiento y aunque a estas alturas conocemos la enorme transcendencia que tuvo su teoría de la evolución, una auténtica bomba para una época dominada aún por las ideas creacionistas, queremos dejar constancia de un texto que aparece en su libro Diario del viaje de un naturalista alrededor del mundo en el que Charles Darwin cuenta sus percepciones al final del viaje a bordo del Beagle:

(...)Hay varias otras fuentes de goce en un largo viaje, las cuales son de índole más racional. El mapa del mundo deja de ser una hoja muerta y se convierte en un cuadro lleno de las más diversas y animadas figuras. Cada parte adquiere sus propias dimensiones: los continentes dejan de ser considerados como islas, y éstas como meras manchas, puesto que en realidad son mayores que muchos reinos de Europa. África o Norteamérica y Sudamérica son nombres con los que desde niño estamos familiarizados; pero hasta después de haber navegado varias semanas a lo largo de pequeñas partes de sus costas no se adquiere la convicción plena de las vastas extensiones que esos nombres representan en nuestro inmenso globo(...)

Glaciar Perito Moreno(Argentina)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Para comprender a historia da evolución (o seu mecanismo e a súa narrativa), os Darwin de hoxe non teñen que facer conxeturas. Poden consultar os libros de xenética.

Anónimo dijo...

A viaxe de Darwin durou cinco anos, neste tempo pasou moitas penalidades, continuos mareos e enfermidades que lle afectaron a súa saude para toda a vida (según conta a súa biografia), de todos os xeitos ao seu regreso en 1836 tiña recopilados unha cantidade inmensa de datos e anotacións sobre xeografía, xeoloxía, botánica e zooloxía. Tamén tiña recolleitadas un gran número de mostras.