Para Starr, la protagonista de El odio que das, nada es fácil. Vive en un barrio humilde, con una población mayoritariamente negra en la que se espera que se comporte como cualquier adolescente de su edad mientras que sus padres, curiosamente, la envían a un instituto de población blanca alejado de su barrio.
El motivo lo sabemos después de que Starr sea testigo, nuevamente, del asesinato de otro compañero de la infancia, esta vez a manos de la policía. Tras ofrecer su versión en la comisaría y más tarde, ante un jurado, la protagonista de la historia se da cuenta de que no existe la justicia cuando se ponen en la balanza el testimonio de un policía contra el de una chica negra, defendiendo además a otro adolescente del que se sospecha que pudiera tener alguna relación con las bandas y el tráfico de drogas.
Si no hace algo, las cosas van a seguir como siempre y Starr no puede consentir que la reputación de su amigo quede manchada por el simple hecho de haber nacido con un color de piel distinto. Ha llegado el momento de sumarse a las protestas que comenzaron en su barrio tras conocerse la sentencia y formar parte de su comunidad.
A lo largo de la novela se encuentran varios temas interesantes que seguramente darán qué hablar en la próxima reunión del club de lectura: el determinismo de clase, la familia, los conflictos raciales, el abuso de poder, el rap, el activismo... Veremos que nos cuentan sobre todo esto nuestras alumnas.