martes, 25 de abril de 2023
Sigo aquí
sábado, 17 de octubre de 2020
Blitz
Unas veces una va a la librería a tiro hecho y otras, a rebuscar entre las estanterías para ver qué le llama la atención. Este es el caso de esta novela. Si pudiera describir el recorrido de mi mirada y el pensamiento posterior sería:
- BLITZ; anda, me recuerda a aquella canción de Ramones.
- La portada de Berta Risueño lo mismo ilustra la incertidumbre ante una mudanza o el futuro.
- David Trueba: la primera vez que supe de él fue por su primera película, La buena vida, que fui a ver al cine en su estreno. Me gustó ese ambiente que recreaba aunque no recuerdo muy bien el contenido. Lo he conocido más adelante como escritor de novelas, artículos para el periódico y entrevistas de televisión. En todas estas facetas siempre me ha parecido un tipo muy razonable, así que no me lo pensé mucho más.
Me llevé unos cuantos libros más y este fue el primero que leí. Me gustó su dedicatoria y que empezara con una cita de Emily Dickinson que cuando acabas el libro te das cuenta que le viene como anillo al dedo.
La historia comienza con un destello, un relámpago en forma de vibración del móvil que pone el mundo de Beto patas arriba. Un mensaje de amor de su novia enviado a la persona incorrecta- él- mientras esperan el veredicto de un concurso de paisajismo en Berlín. A lo largo de los meses que dan título a cada capítulo( no parece casual que la novela comience en enero, ese mes en el que parece siempre que estrenamos propósitos), acompañamos al protagonista en su viaje interior.
Si quieres saber más, echa un vistazo a la sinopsis que publica Anagrama. A mí solo me queda recomendarla a quien le gusten las historias realistas, con un toque de humor y que te den una vuelta a la cabeza.
viernes, 1 de noviembre de 2019
Beleza vermella
lunes, 15 de octubre de 2018
Purga de Sofi Oksanen
sábado, 19 de mayo de 2018
Letras Galegas
María Victoria Moreno por David Pintor |
viernes, 16 de febrero de 2018
Boy(relatos de la infancia)
...Después de clase(...)pasabamos siempre por delante de la confitería. Nos demorábamos ante su pequeño escaparate comiéndonos con los ojos los grandes tarros de cristal llenos de bolas de caramelo, los adoquines de dulce pintados con rayas oscuras y claras, los bombones de fresa, y los escarchados de menta, y los confites ácidos, de pera, limón y todo lo demás...
...empecé a darme cuenta de que las grandes empresas chocolateras disponían realmente de departamentos de invención y se tomaban muy en serio sus innovaciones. Solía imaginarme una sala grande y blanca, como un laboratorio, con marmitas de chocolate, y dulce de cacao y caramelo, y toda clase de rellenos exquisitos hirviendo sobre hornillos...
jueves, 26 de octubre de 2017
Jules Verne e a vida secreta das mulleres planta
- Unidade didáctica de Xerais.
- Unidade didáctica de Anaya.
- Entrevista á Ledicia Costas en La aventura del saber(video).
- As rúas de Vigo no século XIX
- Sobre Sanjurjo Badía
martes, 6 de diciembre de 2016
Ledicia Costas no instituto
jueves, 20 de octubre de 2016
Va de premios
Y ahora el premio Nobel de Literatura con más controversia que recuerdo: Bob Dylan. Aquí sí que ha habido posiciones encontradas porque otorgar un galardón de esta modalidad a un cantautor parece haber levantado ampollas a más de uno. Mientras esperamos que el músico dé señales de vida( la Academia Sueca por el momento no han conseguido ponerse en contacto con él para comunicárselo de forma oficial) tenemos tres sugerencias para acercaros a su figura:
La primera es el libro Dylan. Historias, canciones y poesía de Scyla Editores que adquirimos para el proyecto de los años 60 del curso pasado. Con una cuidada edición, en el libro, a cargo de un grupo de emblemáticos periodistas musicales de la revista Mojo, se hace un repaso a la trayectoria del músico desde que iniciara su carrera en 1962.
viernes, 4 de marzo de 2016
Día de Rosalía
Tamén reelaboraron o seu retrato as alumnas de 1º Bacharelato opción Debuxo Artístico:
Imaxe de María Domínguez |
Fotografía: Tfarah Salec 1º ESO B |
lunes, 30 de noviembre de 2015
Ata sempre, mestre
Imaxe vía Blogfesquío |
jueves, 7 de noviembre de 2013
Albert Camus
miércoles, 5 de junio de 2013
Federico García Lorca
martes, 14 de mayo de 2013
Recursos Letras Galegas
Pódense atopar máis materiais dos centros educativos para este día no blogue da Asesoría de Bibliotecas Escolares de Galicia.
CPI dos Dices de Rois.
miércoles, 10 de abril de 2013
Adeus, José Luis Sampedro
Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos. Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.
Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos. Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo.
Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas. Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos.
Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios
enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.
Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo.
Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:
Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación?.¿Acaso dejaron de cobrar por el libro? ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas? ¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos? Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.
Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.
¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!
José Luis Sampedro