De todos es sabido que en muchas ocasiones la literatura es un un buen medio para remover conciencias y así parece corraborarlo el Consejo General del Poder Judicial al otorgarle un premio póstumo al escritor sueco Stieg Larsson por su labor contra la violencia de género, plasmada en la trilogía Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire. Novelas policiacas con un claro mensaje de denuncia social que no dejan a nadie indiferente.
Ojo con su lectura porque provocan adicción...
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