Y es que con este libro se inicia la serie del comisario Salvo Montalbano, personaje creado en 1994 con el que ha cosechado gran éxito, especialmente a través de las recomendaciones entre lectores, llevado a la televisión por la RAI en 1994.
Con una escritura muy dinámica y llena de ironía, las novelas protagonizadas por el comisario Salvo Montalbano y su equipo de la comisaría de Vigatá, enganchan desde las primeras páginas. A través de su personaje, Camilleri opina incisivamente sobre temas tan dispares como la política, la gastronomía, la prohibición de fumar, la novela negra o los nuevos delitos en la sociedad actual.
El principal personaje, Salvo Montalbano, es un comisario que se hace querer, al menos entre los lectores. No se puede decir lo mismo de sus superiores, a los que sus modales y su cinismo no acaban de convencer. En la comisaría, Montalbano cuenta con un equipo bastante estable que soporta como puede sus arrebatos y su mala leche. Lo forman personajes tan entrañables como Catarella- "en persona, personalmente" es el encargado de la centralita que rara vez toma un nombre correcto pero es leal al comisario como pocos-, Mimi Augello- subcomisario con fama más que merecida de conquistador-Fazio-aficionado a la recopilación meticulosa de datos, hecho que pone al comisario de un humor de perros-, Gallo-con más vocación de conductor de Fórmula 1 que de policía, Galluzo...
En lo personal, Salvo Montalvano tiene una novia con la que mantiene una relación prácticamente telefónica ya que ella trabaja en Génova. Sus conversaciones telefónicas a última hora de la noche no suelen tener desperdicio.
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