jueves, 29 de octubre de 2015

Quotidianía delirante


Llamamos esta entrada como el genial cómic de Miguelanxo Prado con un poco de retranca porque el mes de octubre siempre ha sido una época dura para las bibliotecas escolares. Hay que programar las actividades para el año y el plan de lectura, repartir las tareas entre el equipo de la biblioteca, poner en marcha los clubes de lectura, fichar aquellos últimos libros que quedaron pendientes, crear nuevos carnets para nuevos lectores y para lectores desastre que perdieron el suyo quién sabe dónde, organizar las guardias para el préstamo en los recreos... Ahora, si se suma un ordenador que se estropea en el peor momento y cada vez menos horas de atención a la biblioteca en el horario, el trabajo se va acumulando y puede llegar a hacer que uno se sienta desbordado.

Pero no todo van a ser agobios: estamos encantados de que entre los alumnos de 1º ESO hayan salido tantos colaboradores de biblioteca para echarnos una mano en los recreos y cuando sea necesario, además de nuestros veteranos ayudantes de otros cursos.  Ahora, solo nos queda establecer el uso de las sillas de préstamo porque estas niñas tendrán que crecer ¿no?

Una foto publicada por Biblioteca Pino Manso (@bibliotecapinomanso) el