Un título curioso para un libro lleno de humor y sátira. Arto Paasilinna parte del dato de que Finlandia ha sido uno de los países con mayor tasa de suicidios del mundo para tejer la historia de un viaje hacia la esperanza.
La trama comienza cuando un fracasado hombre de negocios decide finalizar con su vida en un granero cercano a su casa de campo pero al llegar allí, se encuentra a un antiguo militar que ha tenido la misma idea y al que se le ocurre salvar. Juntos, deciden posponer su decisión y dignificarla, en cierta modo. Llegan a la conclusión de que, tal vez, en el resto del país existan otras personas con su misma inquietud y ¿ por qué no convocarlas mediante un congreso de suicidas?. Algo que en un principio parece demasiado absurdo para que funcione se convierte en un éxito y de esta primera llamada surge un grupo de voluntarios a la muerte dispuesto a todo. Aprovechando que uno de los aspirantes a suicida tiene una flota de autobuses, planean emprender un viaje que se irá dilatando en el tiempo y en el espacio a fin de encontrar el lugar más apropiado para lanzarse hacia la muerte a doscientos por hora desde un autobús llamado "La flecha de la muerte".
Pero, claro, un viaje tan largo da lugar a muchas historias personales: las tretas de un sami pastor de renos, un encuentro desafortunado con una tropa de hinchas medio nazis, las anécdotas de un "aguatragedias" que poco a poco van endulzando el ánimo del grupo, incipientes historias de amor, episodios cómicos en torno a la bebida...En fin, la novela no tiene desperdicio y bien merece la pena hacer caso a uno de sus personajes: "joder, vaya pandilla de tarados más cachonda. Me quedo para ver en qué para esto"