Estamos en Noia, Galicia, un pequeño pueblo que, sin saberlo, está jugando su papel en la 2ª Guerra Mundial. En los alrededores, las gentes explotan yacimientos de wolframio, un metal muy apreciado por los alemanes para blindar su armamento. Todo el mundo pretende sacar provecho a este negocio y no va a ser menos Carmucha, una chica que no acepta el destino que le marcan las convenciones sociales y luchará por convertir ese negocio en un medio para alcanzar su libertad y de esta forma, poder cumplir sus sueños. Pero el camino no va a ser nada fácil; a su padre le cuesta aceptar la decisión de su hija, la relación con un oficial inglés le va a provocar más de un quebradero de cabeza y un violento cabo de la Guardia Civil no consiente que nada ni nadie cuestione su autoridad.
Uno de los alicientes de Febre de Héctor Carré es la alternancia entre distintas épocas; el pasado y el presente se confunden mientras un abuelo atrapa la atención de su nieta adolescente al contarle una historia que le sirve para transmitir ciertos valores y sobre todo, una parte de su propia vida. ¿Queréis saber qué papel juega el abuelo en la trama?. Lo siento pero hay que esperar hasta el final para saberlo.
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