Llevamos unos años en que la industria literaria parece solamente exportar de los países nórdicos novelas negras. Pues bien, el libro de Jonas Jonasson del que hablamos hoy no tiene nada que ver con este género. Ya de entrada, el título llama fuertemente la atención, por no hablar de la portada con la que se edita en diferentes lenguas. La historia, inspirada en las disparatas narraciones del abuelo del autor, narra la fuga de un hombre unas horas antes de que comience a celebrarse en la residencia de ancianos en la que vive su centésimo cumpleaños. Y efectivamente, como reza el título, abre la ventana y, calzado con las zapatillas que utiliza a diario en la residencia, pone pies en polvorosa para llegar a una estación de autobuses donde, casualmente, se hace con una maleta que le va a dar muchos, muchos quebraderos de cabeza. En su huida, irá conociendo otros personajes tan peculiares como él que se sumarán a la aventura sin apenas cuestionarse nada, pese a lo estrafalario de la misma. Por decir que hasta aparece un elefante...
Pero este libro no solo cuenta las peripecias del anciano en el presente sino que a medida que se desarrolla el viaje, asistimos a su infancia, el nacimiento de su pasión por los explosivos y su indiferencia por la política, que pese a todo, le perseguirá a lo largo de toda su vida. Una vida larga en la que curiosamente coincidirá con personajes históricos como Stalin, Truman, Franco, Mao Tse Tung...a los que iluminará con su curiosa filosofía de vida.
Un libro muy original, con personajes entrañables y situaciones tan extrañas como cómicas. Muy recomendable.
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